Greenhouse Begonias

En la parte 1 de nuestro análisis sobre la capacidad de intercambio catiónico (CIC) definimos la CIC y su función en el suelo o sustratos. Como se mencionó, la CIC tiene un impacto importante en el manejo del pH y de fertilizantes en suelos arcillosos; sin embargo, en sustratos tiene poco impacto en el manejo del pH y la fertilidad.

En este artículo, analizaremos por qué la CIC no es muy importante en lo que respecta a los sustratos.

CIC expresada en peso Vs. volumen

Los valores típicos de CIC del suelo y diferentes componentes del sustrato se muestran en la Figura 1 a continuación.

Figura 1. Capacidades de intercambio de cationes del suelo, diferentes componentes de sustratos. Fuente: Bunt, A.C. 1988.
Componente/ Mezcla CIC (meq / 100g)
Arcilla fina 56-63
Arcilla gruesa 22-52
Cieno 3-7
Turba esfagnáceas 100-120
Humus de turba 200
Vermiculita 150
Perlita 1.5
Corteza envejecida 40-60
50% Turba, 50% Vermiculita 141


Al ver la Figura 1, es evidente que las CIC de la turba de sphagnum y la vermiculita son más altas que la de la arcilla. Esto es cierto basado en el peso, ya que la CIC se expresa en meq / 100 gramos. Sin embargo, los contenedores se llenan por volumen en lugar del peso del sustrato. Expresar la CIC de acuerdo a su volumen es más preciso, ya que las plantas en recipientes solo tienen acceso a los nutrientes del sustrato dentro del recipiente.

Cambio de valores según el volumen

Por lo tanto, cuando la CIC se expresa de acuerdo al volumen, los valores numéricos cambian, como se muestra en la Tabla 1 a continuación:

Tabla 1. En esta tabla se hace un comparativo de la CIC de un contenedor llenado con suelo de campo y otro con un sustrato de 50 % turba, 50 % vermiculita. Tenga en cuenta que según el peso (la primera fila), la CIC es mayor en el sustrato de la turba, vermiculita, pero cuando se compara según el volumen (la última fila), el suelo de campo tiene una CIC mayor. Fuente: Biernbaum, J.A. 1992.
Medición Suelo de campo 1 Turba: 1 Vermiculita
CIC (meq/100 g) 20 141
Densidad aparente(g/cm3) 1.3 g/cm3 0.1 g /cm3
Volumen del contendor(cm3/maceta) 1250 cm3 1250 cm3
CIC (meq/maceta) 325 176


Tenga en cuenta que en la primera fila de la Tabla 1, el suelo de campo con una CIC de 20 meq/100 g es mucho menor que la CIC de 141 meq/100 g de un sustrato de 50 % turba y 50 % vermiculita. Como se indicó, esto se basa en el peso. En la segunda fila de la tabla se muestra que la densidad aparente del suelo de campo es 13 veces más pesada que la del sustrato de turba y vermiculita. Si estos dos materiales se agregan a macetas individuales de igual volumen (1.250 cm3), la CIC del suelo de campo, según el volumen, será de 325 meq/maceta, casi el doble de la CIC de 176 meq/maceta del sustrato de turba y vermiculita. Con frecuencia, es cierto que la CIC de un sustrato suele ser menor que la del suelo arcilloso cuando se expresa en volumen.

CIC rodeada de otras variables

Según la investigación de John Biernbaum y Bill Argo, aún cuando la CIC de un sustrato tiene cierta importancia en cuanto a la retención de nutrientes y para ayudar a amortiguar cambios menores de pH, otras variables tienen una mayor influencia en la disponibilidad de los nutrientes y del pH del sustrato.

Carga de caliza

En primer lugar, el pH del sustrato es significativamente influenciado por la carga de caliza del sustrato, el potencial de acidez o basicidad del fertilizante aplicado y la alcalinidad (contenido de carbonato y bicarbonato) del agua. Cuando se manipula una o las tres variables, se logra un gran impacto en el pH del sustrato a largo plazo, a diferencia de la CIC.

Retención de calcio y magnesio

En segundo lugar, descubrieron que la retención de calcio y magnesio en los puntos de CIC puede considerarse importante en los sustratos con una CIC alta, pero no es significativa en comparación a las cantidades de calcio y magnesio que se deben aplicar para evitar la deficiencia de estos nutrientes.

Es decir, a diferencia del suelo arcilloso que puede retener suficiente magnesio y calcio en sus puntos de intercambio para proporcionarlos en cantidades suficientes para los cultivos durante toda la temporada de cultivo, los sustratos simplemente no pueden retener suficiente cantidad de estos nutrientes, por lo que se deben realizar aplicaciones adicionales a lo largo del ciclo de cultivo. Como resultado, los productores no dependen de la CIC para ayudar a proporcionar nutrientes para los cultivos en sustratos.

PH de la turba esfagnácea

En tercer lugar, el pH del sustrato impacta la CIC. Por ejemplo, si el pH de la turba esfagnácea aumenta de 3,5 a 8,0, la CIC aumenta en 140 meq/l. A medida que el pH de la turba esfagnácea aumenta, los iones de hidrógeno (difíciles de desplazar) finalmente salen de los puntos de intercambio catiónico y permiten que otros elementos, en especial el calcio y magnesio, ocupen estos puntos de intercambio.

Sin embargo, ¿cuántos cultivos se pueden cultivar a un pH de 8,0? Normalmente, la mayoría de los cultivos funcionan bien cuando el pH de un sustrato está entre 5,5 y 6,2, por lo que la CIC real puede ser menor a la que se menciona en las fuentes publicadas.

Suministro de nutrientes mediante la fertilización.

Aunque los sustratos pueden tener una CIC razonable, estos no contribuyen mucho a la retención de nutrientes ni a evitar los cambios de pH, a diferencia de los suelos arcillosos. Si se necesitan nutrientes, los productores deben suministrarlos mediante la fertilización y no depender de los puntos de intercambio catiónico. De la misma forma, el pH de un sustrato se puede manipular con bastante facilidad mediante la aplicación de caliza, la aplicación de fertilizantes o la alcalinidad del agua.

Referencias: