Fertilización de las flores de Pascua
Las flores de Pascua son un bello cultivo plantado para la temporada de Navidad. Es un cultivo que requiere más tiempo que la mayoría de los cultivados en invernaderos, por lo que puede venir con desafíos adicionales. Uno de esos desafíos es la fertilización. A continuación, encontrará pautas acerca de los elementos importantes que las flores de Pascua necesitan, así como las proporciones de aplicación según el estado de desarrollo de la planta.
Seleccionar el fertilizante adecuado
Antes de seleccionar los fertilizantes para el cultivo de flor de Pascua, analice el agua. El programa de fertilización debe considerar la alcalinidad del agua, ya que tiene una influencia importante en el pH del sustrato. Si la alcalinidad es alta, es necesario inyectar ácido al agua para reducirla a niveles aceptables con tal de minimizar los problemas de pH alto en el sustrato. Un análisis de agua también mide la cantidad de nutrientes benéficos que posee, como calcio, magnesio y sulfato, lo que determina si necesitará fertilizantes suplementarios que proporcionen estos elementos. El agua también puede suministrar cantidades problemáticas de sodio, cloruro o fluoruro que pueden determinar la frecuencia de filtrado.
Los expertos también sugieren utilizar fertilizantes con mayores niveles de nitrato para cultivar una planta robusta en comparación con proporciones mayores de amonio que puedan causar estiramiento. Recuerde que se descubrió que los niveles mayores de fósforo (más de 30 ppm de P) provocan más estiramiento que el amonio. Sea cuidadoso, ya que los fertilizantes con mayores proporciones de nitrato en comparación con el amonio son, por lo general, “potencialmente básicos” y provocarán que el pH del sustrato se eleve. Si se utiliza un fertilizante con mayor cantidad de nitrato, necesitará inyectar más ácido al agua para compensar el aumento potencial del pH del sustrato.
Elementos importantes que considerar
La mayoría de los fertilizantes no están formulados con suficiente calcio, magnesio ni, posiblemente, molibdeno para las necesidades de la mayoría de las flores de Pascua. Por este motivo, normalmente se utiliza más de un fertilizante para un cultivo de flor de Pascua. Antes de escoger el fertilizante, revise el análisis de agua, ya que esta podría tener suficiente calcio y magnesio. Debería haber una proporción de aplicación constante de al menos 80 a 100 ppm de calcio y de 35 a 50 ppm de magnesio y el sustrato debería tener entre 100 a 200 ppm de calcio y 30 a 80 ppm de magnesio a lo largo del ciclo de cultivo. Si la fuente de agua no tiene suficiente calcio, se puede utilizar un fertilizante que contenga calcio y magnesio (tenga en consideración que esto provocará que aumente el pH del sustrato) y, si no es suficiente, se puede alternar 15-0-15 con otro fertilizante ácido.
Los horticultores también han proporcionado alimentación foliar de nitrato de calcio en proporciones de 300 a 400 ppm de nitrógeno, una vez a la semana. La aplicación de calcio es más fundamental durante la formación de brácteas, ya que son más propensas a que se quemen sus bordes, lo que se produce a menudo por la deficiencia de calcio. Tenga en consideración que la absorción de calcio del sustrato puede verse comprometida cuando hay gran humedad en el invernadero y el clima está nublado, por lo que la alimentación foliar puede ser más benéfica.
Se puede suministrar magnesio adicional con un fertilizante que contenga calcio y magnesio o con las sales Epsom. Las sales Epsom se pueden mezclar con la mayoría de los fertilizantes que no contienen calcio o se pueden aplicar en mayores proporciones, una vez a la semana. Revise la Tabla 1 para conocer las proporciones de aplicación de las sales Epsom para una proporción de inyección de 1:100. Se debe aplicar molibdeno a una proporción constante de 0,1 ppm. Si se necesita más, puede aplicar molibdato de amonio según las proporciones indicadas en la Tabla 2.
Gramos de sales Epsom por cada 3,8 L (1 gal) de concentrado |
ppm magnesiuo proporcionado | |
1 oz | 28 g | 7 ppm de Mg |
2 oz | 57 g | 14 ppm de Mg |
3 oz | 85 g | 21 ppm de Mg |
4 oz | 113 g | 28 ppm de Mg |
5 oz | 142 g | 35 ppm de Mg |
6 oz | 170 g | 42 ppm de Mg |
7 oz | 198 g | 49 ppm de Mg |
Tabla 1. Las proporciones de aplicación en la segunda columna se realizaron con la suposición de que los gramos determinados en la primera están diluidos en 3,8 L (1 gal) de concentrado de fertilizante y suministrados con un inyector de fertilizante en una proporción de 1:100.
Gramos de molibdato de amonio por cada 3,8 L (1 gal) de concentrado |
ppm molibdeno proporcionado | |
0.0006 oz | 0.018 g | 0.025 ppm Mo |
0.0012 oz | 0.035 g | 0.05 ppm Mo |
0.0019 oz | 0.053 g | 0.075 ppm Mo |
0.0025 oz | 0.07 g | 0.1 ppm Mo |
Tabla 2. Las proporciones de aplicación en la segunda columna se realizaron con la suposición de que los gramos determinados en la primera están diluidos en 3,8 L (1 gal) de concentrado de fertilizante y suministrados con un inyector de fertilizante en una proporción de 1:100. Debido a que se necesita tan poco molibdeno, se ha sugerido disolver 28 gr (1 oz) de molibdato de amonio en 1,18 L (40 oz) de agua; luego, agregar 4,44 mL (0,15 oz) de esta solución por cada 3,8 L (1 gal) de solución madre del fertilizante e inyectar en una proporción de 1:100.
Proporciones de aplicación: Etapa de esqueje
Cuando se plantan los esquejes desenraizados, se colocan bajo vaporización hasta que se desarrollan las raíces. La vaporización filtrará cualquier fertilizante de arranque que pueda estar presente en un sustrato. Una vez que la inducción de callos comienza en los esquejes, se recomienza aplicar 125 ppm de nitrógeno de un fertilizante balanceado, una vez al día después de que la vaporización termine durante la tarde. Esto regenerará los niveles de fertilizante de modo que los esquejes tengan fertilizante cuando comiencen a formarse las raíces.
A medida que las raíces se desarrollan, la frecuencia de vaporización se reduce en gran medida o se suspende. Las proporciones de aplicación de fertilizante pueden aumentar a 150 ppm de nitrógeno y se deben aplicar en cada riego hasta que los esquejes enraizados se trasplanten a recipientes más grandes. Recuerde que, si los esquejes enraizados están abarrotados en bandejas, las cantidades excesivas de fertilizante pueden provocar un estiramiento adicional en los esquejes de flor de Pascua. Asegúrese de que la conductividad eléctrica (C.E.), una medida de las sales totales de un fertilizante, el agua y el ácido inyectado sea de 1,0 a 1,8 mmhos/cm (basado en el método de prueba de Extracción de medio saturado o S.M.E.) y que el pH sea de entre 5,5 y 6,0.
Etapa de crecimiento activo
Esta etapa se produce luego de que los esquejes enraizados se trasplantan y continúa hasta el comienzo del florecimiento. Durante este período, las flores de Pascua crecen a su mayor velocidad y, por lo tanto, necesitan de la mayor tasa de fertilidad. La mayoría de los expertos sugiere alimentar las flores de Pascua de forma constante con entre 200 y 250 ppm de nitrógeno; sin embargo, algunos horticultores pueden preferir alimentarlas una vez a la semana con entre 350 y 400 ppm de nitrógeno. Las variedades con hojas de color verde claro de rápido crecimiento necesitan normalmente mayores proporciones de aplicación, mientras que las variedades más populares con hojas de color oscuro y crecimiento más lento necesitan menores proporciones de aplicación. El pH del sustrato se debe mantener entre 5,6 y 6,2 y la C.E. se debe mantener entre 1,5 y 2,5 mmhos/cm, basado en la Extracción de medio saturado. Si se produce alguna deficiencia de nutrientes durante esta etapa de crecimiento se debe corregir, ya que la proporción de aplicación de fertilizante disminuye en cuanto da inicio el florecimiento. Con las proporciones reducidas, hay menos fertilizante disponible en el sustrato para solucionar las deficiencias de nutrientes.
Inicio del florecimiento y coloración de la bráctea
Esta etapa comienza normalmente a mediados o finales de octubre y la acompaña un crecimiento más lento de la planta. La necesidad de fertilizante en las flores de Pascua también disminuye, por lo que es mejor reducir las proporciones constantes de alimentación a entre 75 y 100 ppm de nitrógeno. Si la proporción de aplicación de fertilizante no se reduce, las sales del fertilizante pueden acumularse rápidamente en el sustrato. El exceso de sales puede quemar las raíces de las flores de Pascua y permitir que el Pythium u otros patógenos fúngicos infecten el sistema de raíces. Es posible que se deban ajustar las proporciones de aplicación de nitrógeno según la C.E. del sustrato. La C.E. debería ser de entre 0,8 y 1,5 mmhos/cm y el pH debería estar entre 5,6 y 6,2. Las aplicaciones de calcio son fundamentales, ya que los bajos niveles de calcio pueden provocar quemaduras en los bordes de las brácteas.
Algunos expertos sugieren suspender la fertilización durante las últimas 2 a 3 semanas antes del envío, pero esto agota las reservas de nutrientes y puede provocar deficiencias de estos. Es mejor aplicar pequeñas proporciones de fertilizante en lugar de ninguna hasta el momento del envío.
Analice para verificar
Al igual que con cualquier cultivo de invernadero, es mejor realizar análisis internos semanales del pH y la C.E. del sustrato. Esto le ayudará a identificar problemas potenciales antes de que ocurran. No tiene que analizar todos los cultivares; solo escoja uno con hojas de color verde claro y otro con hojas de color verde oscuro para monitorear. Además, seleccione plantas para monitorear de diferentes tamaños de recipientes y diferentes fechas de plantación. También se recomienda enviar muestras de sustrato y de tejido a un laboratorio de horticultura una vez al mes para monitorear todos los niveles de nutrientes, ya que un cultivo con pH y C.E. normales podría de igual forma presentar deficiencia o toxicidad en un solo elemento.
Referencias: