La hidroponía, según su definición, consiste en producir plantas en una solución nutritiva líquida, sin suelo. En los sistemas de producción de la hidroponía clásica, las raíces de las plantas se encuentran suspendidas en una solución nutritiva líquida, o bien en un sustrato inerte como la perlita, la grava o la lana de roca y la solución circula por el sustrato. Con el aumento de la popularidad de la jardinería de interiores, el término hidroponía ha sido asociado con los sustratos para cultivo sin suelo con base de turba de Sphagnum como PRO-MIX, pero como se ha dicho con anterioridad, existen determinadas diferencias entre ambas clases de cultivo.

Lechuga iniciada en sustrato para cultivo sin suelo y posteriormente plantada en un sistema hidroponico
Cultivo hidropónico clásico de lechuga sin sustrato.
La lechuga comenzó en un medio de cultivo sin suelo y luego se plantó en un sistema hidropónico.
Lechuga iniciada en sustrato para cultivo sin suelo y posteriormente plantada en un sistema hidropónico.


En la hidroponía clásica, la solución nutritiva debe de ser monitoriada muy detenidamente en lo que se refiere a nutrientes y pH, pues no hay amortiguamiento, término que se refiere a la capacidad para resistir cambios del pH y los niveles de nutrientes. Si la fuente de agua contiene altos niveles de sales solubles, el productor purificará dicho líquido con frecuencia por ósmosis inversa (OI) para eliminar la mayoría de sales, de modo que tendrá un mejor control sobre los nutrientes que realmente reciben las plantas. En los sustratos para cultivo sin suelo no es recomendable purificar el agua; hacerlo puede representar problemas, relativos al pH y a los nutrientes, para las plantas. Los sustratos de este tipo poseen una capacidad amortiguadora para la retención de nutrientes y un pH ajustado con piedra caliza para maximizar la disponibilidad de aquéllos. El agua purificada cuenta con una capacidad amortiguadora mínima, no cambia el pH del sustrato. Sin embargo, el pH de los sustratos para cultivo sin suelo resulta considerablemente impactado por la acidez-alcalinidad-basicidad del fertilizante aplicado por el productor. Esta fluctuación del pH hace que los nutrientes pierdan disponibilidad, o bien que resulten excesivos para la planta. El pH óptimo de un sustrato para cultivo sin suelo es de 5,5 a 6,0.

Una segunda diferencia que cabe destacar entre el empleo de un sustrato para cultivo sin suelo y la hidroponía en sentido propio es la forma de irrigar las plantas. En la hidroponía, la solución nutritiva circula constantemente por las raíces y debe ser monitoriada y ajustada para aportar el pH ideal y los niveles adecuados de cada nutriente. En el caso del sustrato para cultivo sin suelo, las plantas reciben los nutrientes que contiene la solución, así como los que han sido retenidos por el sustrato después de haber sido irrigado con solución fertilizante. Las plantas absorben los nutrientes en la medida en que lo requieren. Si son fertilizadas en cada irrigación, los niveles de fertilizante del sustrato pueden incrementarse, lo cual representa riesgo de quemadura para las puntas de la raíz. Para evitar dicha situación, el sustrato debe ser lixiviado durante cada irrigación.

Irrigacion por goteo mediante tubos. Janoski
Irrigación por goteo mediante tubos. En ciertos sectores de la industria es considerada una forma de hidroponía.


A diferencia de lo que ocurre con la hidroponía en sentido propio, al utilizar un sustrato para cultivo sin suelo el pH del agua no es importante. En este caso, el pH del sustrato constituye la principal preocupación y se ve, en gran medida, influenciado por la alcalinidad (carbonatos y bicarbonatos) del agua, no por su pH. La única forma de determinar con precisión dicha alcalinidad (los niveles de carbonato de calcio) es hacer analizar el agua en un laboratorio confiable. El nivel idóneo de alcalinidad, para la mayoría de los casos de producción, en sustratos para cultivo sin suelo es de 80 a 150 ppm de carbonato de calcio. Si los niveles de alcalinidad del agua superan las 250 ppm del mismo, puede ser necesario inyectar ácido tanto para neutralizar una parte del carbonato de calcio, como para hacer que la alcalinidad del agua descienda hasta su nivel óptimo.

En conclusión, existen varias prácticas de cultivo empleadas en la hidroponía clásica, que no deben usarse en la producción con sustratos para cultivo sin suelo. En primer lugar, no es necesario usar agua purificada (i.e., por ósmosis inversa). En segundo lugar, aunque pueda parecer una pérdida de tiempo inútil, lixivie siempre las plantas al irrigar. Finalmente, monitorice el pH del sustrato, no el del agua.