Cultivos difíciles: la dalia
La dalia es difícil de cultivar debido a que es susceptible a contraer enfermedades radiculares. Dicha susceptibilidad disminuye en otras plantas una vez que su sistema radicular se encuentra debidamente desarrollado; en cambio, en la dalia permanece susceptible incluso al final del ciclo de cultivo. En esta etapa, la mayoría de los cultivos pueden tolerar la sobreirrigación, por lo que se requiere de menos cuidado al irrigar, pero para la dalia, el secado apropiado sigue siendo necesario a fin de evitar enfermedades radiculares. A continuación se presentaran las condiciones ideales de cultivo para la producción de esta planta a partir ya sea de semillas o de esquejes, así como aquellas susceptibles a enfermedades radiculares u otros problemas: estas recomendaciones son importantes.
Condiciones ambientales
La dalia es una planta facultativa de días cortos; es decir, florece y produce tubérculos cuando el día dura menos de 12-13 horas. Se adapta mejor a sustratos de cultivo con temperaturas cálidas: de 65 a 75ºF (de 18 a 24ºC) durante el día y de 60 a 65ºF (de 15 a 18ºC) por la noche. Temperaturas más bajas tienden a disminuir considerablemente el crecimiento vegetativo de estas plantas, favorecen el desarrollo de tubérculos, retrasan el florecimiento y propician las condiciones ideales para la reproducción de enfermedades radiculares. Por otra parte, temperaturas más altas pueden favorecer un crecimiento rápido y débil, de modo que las plantas caerán del contenedor. La dalia se desarrolla mejor con luz intensa y en días de por lo menos de 12-13 horas de luz.
Nutrición
La dalia de reproducción vegetativa puede requerir mayor fertilización, en tanto que las variedades propagadas por semilla requieren de menos fertilizante. Para este último caso, comience a fertilizar una vez que aparezcan las primeras hojas verdaderas. Aplique el fertilizante en una dosis constante de 75-100 ppm, y mantenga la misma durante la etapa de plántula. Para la propagación vegetativa, comience a fertilizar una vez que las raíces se extiendan desde el esqueje hasta las orillas del cepellón. La dosis de fertilización líquida constante debe ser de 75-100 ppm de nitrógeno, para incrementarse gradualmente a 150-200 ppm durante la etapa de propagación.
Luego de trasplantar dalias propagadas por semilla, incremente la dosis de fertilización liquida constante a 100-150 ppm de nitrógeno; para las dalias de propagación vegetativa, se sugiere una dosis de 225-300 ppm de nitrógeno. Los altos niveles de sal pueden dañar la raíz, creando así puntos de entrada para patógenos: monitoree la conductividad eléctrica (CE) la cual estima las sales provenientes del fertilizante, del agua y de los ácidos inyectados. En el caso de las plantas de propagación vegetativa, evite que la CE del sustrato exceda de 2,5 mmhos/cm; y en el de las propagadas por semilla, de 2,0 mmhos/cm. Con estos niveles de nutrición, las dalias de propagación vegetativa correrán mayor riesgo de exposición a CE alta; por lo que ésta debe ser monitorizada semanalmente.
Se sugiere lixiviar con frecuencia. Puede dar mejores resultados aplicando el fertilizante en dosis de 225 ppm de nitrógeno para minimizar la acumulación de sal, pero no por debajo de las 150 ppm puesto que las plantas crecerán débiles, cloróticas y con florecimiento prematuro. Evite usar fertilizantes con altos niveles de fósforo; esto provocaría estiramiento y baja rigidez en la parte superior de la planta.
Enfermedades radiculares
La dalia es susceptible de ser atacada por patógenos de la raíz en cualquier etapa del desarrollo. Como ha sido mencionado previamente, la acumulación de sal en el sustrato puede dañar las raíces y crear puntos de entrada para el Pythium y Rhizotocnia, y la sobreirrigación puede causar estrés radicular, lo cual también la volvería susceptible de sufrir dichos ataques. Una vez que el sistema radicular ha sido dañado y está enfermo, las raíces no absorberán suficiente agua del sustrato.
Debido a que la planta no puede usar el agua apropiadamente, el sustrato se seca más lentamente que en el caso de las plantas vecinas, por lo que queda sobreirrigado. Dado que las condiciones son más favorables para los patógenos de la raíz, éstos se extienden hacia otras partes del sistema radicular, haciendo que la planta se marchite y finalmente muera. Al principio, esto sucede sólo con algunas plantas del cultivo, pero si no se atiende el problema (esté relacionado con la sal o con la irrigación), la enfermedad radicular podría provocar la muerte de más dalias.
Conductividad eléctrica elevada y enfermedades. Evite trampas
Primero, plante sus dalias en nuestro sustrato de cultivo PRO-MIX® HP BIOFUNGICIDE™* + MYCORRHIZAE™, un producto de alta porosidad con drenaje y aireación adecuados, enmendado con un bioestimulante natural para prevenir o controlar el Fusarium, el Pythium y el Rhizotocnia. Después, es importante fertilizar con bajas dosis y monitorear las sales, así se evitara el estrés en la planta y se minimizará el daño a la raíz. Asegúrese de que exista una distancia apropiada entre las plantas y de que haya un adecuado flujo de aire para que el sustrato se seque más rápido. Permita que la superficie del sustrato cobre un color de castaño claro a bronceado antes de irrigar. Requerde que el Pythium se desarrolla en sustratos saturados.
*Todos los productos presentados como BIOFUNGICIDE™ para los Estados Unidos, están disponibles en Canadá y Latinoamérica como BIOSTIMULANT. Consulte a su Representante de Ventas.