Consejos para el cultivo: Crisantemos
Es posible que los crisantemos sean las flores que más se cultivan en el mundo. Con más de 200 variedades, se presentan en una amplia variedad de colores florales. Existen tres tipos principales de crisantemos: crisantemos para macetas, para corte y de jardín. Estos se adaptan a una amplia variedad de condiciones climáticas, lo que los hace apropiados para el cultivo casi en cualquier parte. Los crisantemos son fáciles de cuidar, ya sea que los cultive en el invernadero o en exteriores. Pero existen pautas culturales para las distintas variedades de crisantemos que se deben seguir a fin de garantizar una propagación y un cultivo satisfactorios. Consulte a su proveedor de plantas para informarse de los requisitos de cultivo de las variedades que usted planea cultivar ya que su resistencia varía mucho dependiendo del cultivar. Recuerde que no todas las variedades requieren el mismo ambiente de cultivo y algunas pueden ser más apropiadas que otras para el ambiente de su invernadero o para condiciones de cultivo en exteriores.
Algunos puntos que debe considerar:
Sustrato
Los crisantemos prefieren un sustrato con un buen drenaje, sin suelo y bien aireado, con alta capacidad de retención de agua y de intercambio catiónico. El sustrato deberá retener agua y nutrientes disponibles disponible en todo momento y en cantidades suficientes para facilitar un crecimiento óptimo de la planta durante el calor de los meses de verano. Los sustratos profesionales que se compran con más frecuencia para la producción de crisantemos, son de ‘alta porosidad’, como PRO-MIX® HP de Premier Tech Horticulture. Estos sustratos están compuestos por turba esfagnácea que retiene agua, nutrientes y perlita de calidad profesional o corteza compostada que proporciona drenaje y aireación para ayudar a reducir problemas potenciales de enfermedades de las raíces. Los crisantemos se desarrollan de manera optima cuando el pH del sustrato esta en un rango entre 5.7 a 6.2 desde el principio hasta el final del cultivo.
Riego
En la producción de crisantemos, es importante mantener una humedad en el sustrato de moderada a alta. Deje que el sustrato pase de ciclos húmedos a ligeramente secos. Evite los períodos de secado excesivo y los períodos largos de humedad, especialmente en malas condiciones climáticas, ya que esto aumenta la posibilidad de enfermedades de las raíces.
Para evitar las manchas de agua o que se quemen durante los días soleados, es mejor regar temprano en la mañana o bien entrado el atardecer.
Fertilización y nutrición
Siempre es recomendable realizar un análisis integral del agua (alcalinidad, CE, pH y nutrientes), antes de comenzar la producción. La calidad del agua tiene una influencia directa en el pH y la disponibilidad de nutrientes del sustrato. Se recomienda elegir un fertilizante que tenga entre un 60 y un 75 % de nitrógeno total en forma de nitrato. Un programa de fertilización debería considerar ciertas pautas nutricionales generales, como proporcionar la cantidad correcta de acidificación o tampón, a fin de mantener un pH correcto del sustrato, la formulación de nitrato-N correcta, el equilibrio ideal de macronutrientes y micronutrientes para el crecimiento óptimo de la planta y una proporción apropiada de aplicación de fertilizante.
La mayoría de los crisantemos se consideran plantas glotonas. Si se aplica un fertilizante soluble en agua, necesitan una alimentación constante de 200 a 250 ppm de nitrógeno. Si se usa un fertilizante de liberación controlada, aplíquelo en una proporción conservadora ya que el tiempo caluroso aumenta la proporción en que se libera el fertilizante. También use un producto con una liberación más prolongada ya que el calor del verano reduce la duración que se indica del producto. De acuerdo con la variedad, la proporción de fertilización se puede reducir cuando los brotes de flores comienzan a adquirir color. La CE óptima del medio debería ser de 1,5 a 2,0 mmhos/cm (solución de extracción 2:1). Si la CE es demasiado alta, filtre con agua limpia durante la producción a fin de prevenir daño al sistema de raíces y las hojas.
Problemas potenciales
Varias plagas atacan a los crisantemos. Las más conocidas son los minadores de hojas y los trips (arañuelas). Los pulgones, los mosquitos de los hongos, la araña roja y las moscas blancas también pueden convertirse en un problema. Entre los problemas de enfermedades se encuentran las causadas por Fusarium, Pythium, rhizoctonia, los añublos de las flores y las hojas. Estos problemas se pueden restringir al mínimo si se siguen pautas y prácticas culturales básicas.