Los componentes principales de los sustratos de comerciales son la turba de musgo esfagnácea y la corteza de pino compostada, son de naturaleza ácida con entre un rango de pH de 3,5 y 5,0. Otros componentes del sustrato como la perlita, vermiculita y el coco son de pH casi neutro o ligeramente básico. Para la mayoría de los cultivos de invernadero, el pH ideal del sustrato para obtener la máxima disponibilidad de nutrientes es entre 5,5 y 6,5. Para lograr este pH ideal del sustrato, los mezcladores de sustratos deben de añadirle caliza. La caliza se aplica en forma granulada, ya sea caliza dolomítica, caliza calcítica o una combinación de ambas.

La caliza dolomítica se disuelve lentamente en el sustrato, lo que produce ajustes de pH de mayor duración. Por otra parte, la caliza calcítica se disuelve bastante rápido, lo que produce un ajuste de pH inicial más rápido pero de duración más corta que la caliza dolomítica. Ambas formas de caliza necesitan humedad y una cantidad de tiempo mínima para disolverse y para tener un impacto en el pH del sustrato. Por regla general, demora aproximadamente siete días después del primer riego del sustrato para que la caliza se active y el pH del sustrato se estabilice y alcance el pH deseado.

 

Adición de caliza a la turba mientras se traslada en el transportador
Adición de caliza a la turba mientras se traslada en el transportador. Fuente: Premier Tech.

Lo qué esto significa para el horticultor es que el pH “real” del sustrato no será evidente hasta aproximadamente siete días después de plantar el cultivo. Si se analiza el pH del sustrato fresco y sin uso, por lo general, se obtendrá como resultado una lectura de pH bastante menor que el nivel deseado. Cuánto menor dependerá de cuán fresco sea el sustrato sin uso y del método de análisis que se utilice.

El sustrato se empaca con relativamente poca humedad para que la caliza no se active por un tiempo; es por esto que el sustrato envasado recientemente puede tener un pH de 4,5 a 4,9 (método de análisis de extracto saturado o S.M.E., por sus siglas en inglés). Con el tiempo, la humedad limitada dentro del empaque del sustrato sin uso disuelve lentamente la caliza, como consecuencia un sustrato sin uso y antiguo tendrá un pH más alto que cuando se fabricó. Este cambio en el pH será un poco más rápido si el contendido de humedad es más alto en el sustrato. Por lo general, el pH de un producto PRO-MIX sin uso que tenga 4 a 9 meses es de 5,2 a 5,8 (método S.M.E.) según el producto y el contenido de humedad. El sustrato se debe usar dentro de nueve a doce meses después de su fabricación para asegurar que el pH del sustrato sin uso no sea muy alto. Sin embargo, la carga de fertilizante de arranque y el agente humectante se degradan con el tiempo, lo que determina, por lo general, el mejor momento para utilizar el sustrato. 

 

pH del medio de cultivo PRO-MIX HP fresco y sin usar
Por lo general, el pH de sustrato sin uso que tiene menos de 2 a 3 meses tiene un pH bajo ya que la humedad limitada en el sustrato no ha disuelto la caliza. Cuando el producto se utilice, el agua provocará rápidamente que el pH se ajuste a los niveles especificados de 5,5 a 5,8 (S.M.E.). Fuente: Premier Tech.

El método pour through para analizar el pH del sustrato a menudo tendrá como resultado un pH bajo que es por lo general igual que el de los componentes sin tratamiento de la mezcla, turba de musgo y corteza compostada, ya que el agua pasa a través del sustrato sin uso y no disuelve la caliza. Una proporción 2:1, de agua a sustrato, o el método S.M.E., en el que se mide el pH luego de una hora completa o más de saturación, tendrá como resultado una indicación más cercana del pH real; sin embargo, puede que siga siendo inferior al nivel esperado. Lo mejor para conocer la medida real del pH del sustrato fresco y sin uso es tomar una muestra, saturarla con agua destilada por una semana y luego usar uno de los métodos de análisis mencionados anteriormente para verificar el pH.

Como siempre, para controlar la nutrición de la planta, los horticultores deben analizar regularmente el pH y los niveles de conductividad eléctrica (CE) de sus sustratos de cultivo. Cuando se controla el pH y la CE del sustrato, los horticultores pueden reaccionar rápidamente a cualquier cambio que pueda afectar la disponibilidad de nutrientes en el cultivo.